lunes, 14 de diciembre de 2015

La difícil tarea de escribir un buen texto.

Tal vez alguna vez has tenido el sueño de ser un célebre escritor y de firmar ejemplares de tu nueva novela a todos sus fieles lectores en la Feria del Libro.
Tal vez incluso has soñado con ganar el Pulitzer, el Cervantes o el Nobel.
Bien, pues no es que quiera estropearte el sueño, pero debo advertirte que escribir no es tan fácil.
Todo eso de que las musas acuden prestas a otorgar inspiración a los narradores dista bastante de la realidad y lo que ocurre, más bien, es que detrás de un buen escrito hay método, esfuerzo y dedicación.


Como apunta Daniel Cassany en su libro, Describir el escribir. Cómo se aprende a escribir, algunas pautas que definen un buen proceso de composición escrita son:
  • En primer lugar el autor debe tener una visión clara del público al que se quiere dirigir, qué quiere decirles y cómo debe hacerlo.
  • También es importante hacer una planificación del texto, no basta con sentarse frente a un pliego en blanco y comenzar a garabatear. Una buena herramienta de planificación es el esquema 
  • Releer, releer, releer y revisar, revisar, revisar. El autor revisará el texto repetidamente introduciendo los cambios necesarios que le permitan ajustarse a lo que quiere decir.
  • Por último, el escritor se ayudará de herramientas como diccionarios y gramáticas para ampliar su visión, completar la información necesaria, etc.



¿Se desvaneció tu sueñ0 de ser escritor ahora que sabes que requiere de una metodología que hay que seguir si quieres tener éxito?
Pues no hay motivo de desánimo. En la actualidad hay numerosos talleres de escritura en centros públicos y privados, en asociaciones culturales y bibliotecas. Dominar el papel o la pantalla en blanco a lo largo de la práctica debe ser una de las mejores sensaciones que puede disfrutar un escritor, así que no te rindas.
Escribir bien es algo que se puede aprender...y que se puede enseñar.

Como profesionales de la docencia podemos enseñar el arte de escribir bien a nuestros alumnos. 
En mi todavía poca experiencia como profesora ya he podido observar cómo les gusta a los niños contar cosas; contar lo que les ha sucedido, lo que han presenciado, lo que han visto en la televisión o lo que escuchado comentar a los adultos. 
Entonces, ¿Por qué no sacar beneficio de ello? 

Una actividad que siempre me ha resultado satisfactoria cuando la he puesto en marcha con mis alumnos ha sido la de jugar a ser periodistas.
Para ello los alumnos se reúnen en grupos de cuatro o cinco miembros y preparan una noticia. Pueden elegir la noticia libremente lo que da como resultado que algunos niños hablen de un suceso personal, otros de algo que han escuchado en las noticias de verdad y otros de algo totalmente inventado. Todo es válido, ninguna opción se rechaza.

Mientras los alumnos redactan las noticias que después retransmitirán en un role-playing, reciben mis consejos o indicaciones para mejorar sus textos: trazar un plan o esquema sobre lo que quieren escribir, cómo resumir destacando lo más importante, cómo crear un titular que presente la noticia, la posibilidad de incluir una entrevista.
Los niños están jugando y yo les estoy invitando a escribir un buen texto.

Para terminar, los últimos minutos de la actividad se dedican a la 'retransmisión', momento en el que los alumnos van sucediéndose por turno para presentar sus noticias.
Ciertamente, las musas no nos visitan demasiado, pero es porque preferimos confiar en las palabras de la escritora Doris Lessing, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2007: